Restaurante Urbane, México
Un entorno sofisticado que conecta modernidad y autenticidad en cada rincón.
El principal rasgo de este proyecto es el dinamismo, tanto espacial como formal.
Detrás de un volumen rectangular hay muchas líneas inclinadas. Las sorpresas en el recorrido son el resultado.
Distribución.
El restaurante Urbane México está en una esquina, entre una calle principal y una secundaria. La normatividad local requiere no construir en una franja de cinco metros al frente del predio. Usamos este espacio como estacionamiento y acceso.
Ocupamos la superficie restante con el restaurante de dos niveles. La zona de comedor de planta baja ocupa un tercio de este nivel. El resto lo conforman el lobby, los sanitarios y la cocina con sus áreas de apoyo. La planta alta solo tiene área de comedor.
Separamos el restaurante unos metros del límite posterior. En esa franja creamos un pequeño patio desde el cual accedemos a los servicios. La puerta a este, por la calle lateral, está oculta en la franja metálica de la fachada.
Sorpresas en el recorrido.
La secuencia para el visitante tiene tres momentos.
El primero es el ingreso. El visitante pasa a través de una densa vegetación en el acceso peatonal. Continúa por debajo del volumen blanco de la fachada, en un espacio con poca altura. El primer momento finaliza en el vestíbulo con su sala de espera. Este funciona como preámbulo del restaurante.
El segundo momento inicia una vez que supera el vestíbulo. El suceso importante es la vista en la cual puede ver el patio, la escalera y la primera zona de mesas. El ambiente es íntimo y contrasta con el exterior.
El tercer momento comienza al subir las escaleras. Aquí el espacio crece en todas las direcciones. El visitante se encuentra en medio de la sección de mesas de planta alta. Es un espacio sin separaciones. Gracias a las ventanas que envuelven el lugar, el visitante vuelve a conectar con el exterior.
Patio interior.
El patio es un espacio triangular donde la luz tiene un papel especial. Ello gracias a su cubierta de vidrio y a su vegetación. A lo largo del día y del año se crea un juego de luces y sombras.
Con la presencia del patio, pudimos orientar la planta baja hacia el interior. En consecuencia, generamos una sección para comensales muy íntima. Además, gracias a la doble altura, unimos los dos niveles del restaurante.
En planta alta, el patio tiene un carácter distinto, funciona como organizador. Asimismo, aumenta la calidad ambiental del espacio.
Las escaleras y la dinámica espacial.
Ubicamos las dos escaleras en la doble altura del patio. La principal es para comensales y la secundaria para meseros. Esta última conecta la cocina con la planta alta.
La escalera principal es uno de los elementos más relevantes en el diseño del restaurante. Es una especie de serpiente de madera trepando sobre una colina. Le dimos un trazo correcto para casos de emergencia.
El espacio fluye a lo largo del restaurante. Es un flujo dinámico que nunca se interrumpe.
Vistas y control solar.
Una petición importante fueron las vistas. El patio las proporciona al interior del restaurante. Pero la solución principal fue crear un proyecto donde todas las áreas de comensales tuvieran vistas al exterior. La planta alta es una gran terraza acristalada.
Los rayos directos del sol suelen generar espacios desagradables en los restaurantes. En nuestro caso fue fácil evitar este riesgo gracias a la orientación de la fachada principal. Al ser norte no recibe rayos solares en la latitud en que se encuentra México. La fachada poniente, que suele ser la más problemática, está bloqueada con muros y vegetación.
Calidad ambiental e integración de la vegetación.
La vegetación es un elemento esencial en el proyecto. Con ella ganamos en calidad ambiental. Además de hacer más atractivos los espacios, mejoramos su acústica. Con este último objetivo, usamos materiales blandos en pisos y mobiliario.
Una de las áreas donde la vegetación cobra mayor importancia es el patio interno. Su presencia favorece todo el restaurante. También integramos plantas colgantes y en macetas. En la fachada son un ingrediente clave.
Optamos por ventilar las áreas de comedor en forma natural. Para lograr esto las ventanas permiten que el aire circule a través del edificio. Ello es posible gracias a la convección natural. En cuanto al humo de la cocina, lo conducimos por medio de un ducto sacándolo encima del techo.
Materiales y texturas.
Buscamos crear una propuesta con una fuerte presencia del material de construcción. Para ello expusimos el acero estructural. Tanto en plafones como en columnas, el material de la estructura se puede ver. Le dimos al metal un acabado gris obscuro.
Para hacer la estructura aún más evidente la hicimos contrastar con los muros. Estos últimos representan el material abstracto de la composición. En cuanto al piso, buscamos que fuera mucho más táctil, pero integrándolo cromáticamente con los muros. De ahí que optamos por duela de madera con terminado blanco.
La fachada.
Trasladamos la dinámica espacial interior a la fachada. Esta se compone de tres capas superpuestas. La primera es la base metálica, la cual es dura y articulada. Es un material propio para el contacto con la calle. La segunda es el cuerpo blanco. Este flota sobre la base metálica y el acceso. Es el elemento más dinámico de la fachada. La tercera es el cuerpo transparente. Este permite ver la cubierta y la riqueza interior.
Por motivos comerciales, el cliente nos pidió mostrar el comedor al exterior. Un reto fue hacerlo sin exponer los comensales a la calle y a los autos. Nuestra solución fue utilizar lámina metálica perforada. Con ello dimos cierta transparencia, y protección. A esto añadimos una franja de vegetación.
Sistema estructural.
Uno de los requerimientos fue que los tiempos de construcción fueran cortos. Este nos llevó a optar por una estructura de acero.
Propusimos la cubierta con panel metálico aislante. Las pendientes de la cubierta se dirigen hacia un canal colocado en el perímetro del patio interior.
El entrepiso lo propusimos con sistema losacero. Los muros con perfiles galvanizados forrados con panel de yeso en el interior. En el exterior los cubrimos en un parte con estuco sobre metal desplegado. En otra con lámina de acero. Además, los muros integran aislante térmico.