Comienzo respondiendo a la pregunta del título. ¿Cómo puedo hacer que mi casa sea más fresca?, o si vivo en una zona fría ¿Cómo puedo hacerla más cálida?
Hay más de una forma de lograrlo. En el título ya adelanté una de ellas. El aislamiento. Es la técnica de la que te voy a platicar en este post.
¿Mi casa necesita aislamiento?
Si estás buscando la respuesta rápida, es sí. En la mayoría de los casos es un rotundo sí.
Es muy probable que ahora te estés preguntando por qué. Estoy seguro de que un simple sí no es suficiente para convencerte. Sobre todo, teniendo en cuenta que la instalación de aislamiento supone un gasto.
¿Por qué necesita aislamiento?
Necesito explicarte la teoría. Espera, no te saltes esta parte. Será una explicación muy ligera. No te hablaré de entropía, aunque no estaría mal… quizás en otro post.
Empezaré contándote del calor. Este no es más que un tipo de energía. Así de simple. Y así de complejo. El frío, en consecuencia, es la ausencia de energía.
Para entenderlo mejor, imaginemos que el calor es en realidad agua. Vamos a crear dos escenarios.
En el primero vivimos en un lugar frío. En este, nuestra casa se comporta como una cisterna. Lo que queremos es almacenar agua (calor). Tenemos el problema de que no hay modo de contenerle. Siempre se termina filtrando, sea del material que sea nuestra cisterna. Y lo hace por todos lados: por el techo, por el suelo, por los muros, por las puertas y por las ventanas. Lo que buscamos es que los materiales con los que construyamos la casa (o cisterna) reduzcan, en lo posible, la filtración de agua (calor).
En el segundo escenario vivimos en un lugar cálido. Ahora nuestra casa está actuando como un submarino. Lo que queremos es que el agua (el calor) no entre. Como en el caso anterior, se filtra por todos lados. Y, a diferencia de un submarino normal, no hay forma de impedir que lo haga. Lo que buscamos es lo mismo que en el primer escenario: reducir la filtración de calor. Esa es la función del aislamiento.
¿Cómo reducimos la filtración?
Mejor dicho ¿Cómo la hacemos más lenta? No olvidemos que no hay forma de detenerla por completo. Bueno, en realidad, la hay. Pero de eso te platicaré más adelante. Y es de un modo que no te imaginas.
Por ahora volvamos a nuestra pregunta. Hay dos formas de lograrla.
La primera es elegir un material que reduzca la transferencia del calor. Cada material tiene diferente capacidad, la cual depende de sus propiedades físicas. No cambia si la trasmisión va del interior al exterior o viceversa.
La segunda forma es aumentar la distancia que debe recorrer el calor, es decir, el grosor. Una pared de 60 cm tiene tres veces más capacidad a resistir al paso que una de 20 cm.
Después de saber que podemos usar ambos factores para alcanzar nuestra meta, el siguiente paso es averiguar cuánto de cada uno debemos tomar. Hay una pregunta que puede ayudarnos a entender esto. Si tengo una capa de aislamiento de determinado espesor, ¿Qué espesor necesito de otro material para obtener la misma resistencia al paso del calor? La respuesta está en la siguiente gráfica. Lo que muestra es una comparativa de materiales de construcción comunes con diferentes espesores, todos con la misma resistencia que una capa de aislamiento de 38 mm. Los valores que tomamos son típicos y varían dependiendo de factores como la densidad o el contenido de agua.
Lo que nos enseña la gráfica es que las diferencias son enormes. Hay malos materiales para frenar el calor como el concreto o las piedras. Hay otros que se acercan a los niveles de los aislantes. Los metales alcanzan valores tan bajos que se les llama conductores de calor.
¿Por qué hay muchas casas sin aislamiento?
Quiero contarte una pequeña historia para explicarte el porqué de mi rotundo sí a usar aislamiento.
Hasta finales del siglo XIX, el acero y el concreto no se utilizaban en ningún lugar del mundo. Al menos no en la forma moderna en que se usan ahora. Seguro te has dado cuenta. Casi todo se construía con algún tipo de piedra, madera o tierra.
Los muros de mampostería, como los de piedra o tabique, tienen una limitación. Deben ser gruesos para no voltearse. En otro post te hablaré del porqué de esto. Si bien era costoso construir de este modo, se obtenía un beneficio. Sí, lo adivinaste. Su grosor les permitía resistir mejor el paso del calor.
¿Alguna vez has estado en una casa antigua con muros enormes? ¿Has notado la agradable temperatura que tienen? Por lo menos mejor que las hechas de concreto.
La introducción del acero dotó a los muros de mayor capacidad estructural. Los constructores pudieron hacerlos más delgados sin que se volcaran. Si te preguntas dónde va el acero: Por lo general va embebido dentro de los muros o de la estructura de concreto que los confina.
Hacerlos más delgados permitió ahorrar en material y espacio. Lo cual era fantástico. Los muros gruesos y costosos ya no eran necesarios. Pero, hay ocasiones en que un descubrimiento trae consigo un nuevo problema. Dejaron de funcionar como aislantes. La consecuencia fue el uso de combustible para calentar las casas. Eso se hacía desde tiempo atrás con las chimeneas. Pero esta vez se utilizó en calefacción y el aire acondicionado. Los países ricos se llenaron de estos aparatos.
El problema volvió con el aumento progresivo del costo del combustible. Era necesario retornar a los muros gruesos. Sin embargo, una innovación permitió nuevas formas de construcción. Se trataba de los materiales aislantes modernos. Con ellos fue posible hacer muros delgados y al mismo tiempo proteger los interiores de las temperaturas exteriores. Lo mejor de ambos mundos.
¿Por qué no se usa aislamiento en México y otros países latinoamericanos?
¿Tu casa tiene aislamiento? Si tu respuesta fue un no, lo más probable es que esté hecha con muros o losas de concreto. ¿Qué pasó en esta parte del mundo? Aquí se modernizaron las pieles de los edificios reduciendo su espesor. Lo que nunca llegó fue la rectificación, es decir, la vuelta a los muros gruesos. Eso se combinó con el hecho de que muy pocos hogares pudieron permitirse los aparatos que controlan el clima interior.
La razón principal por la que esto sucedió es obvia, la falta de recursos.
El caso mexicano es especial. El centro del país tiene un clima relativamente amable en comparación con otros lugares. Por ende, hay una menor conciencia por aislar los edificios. Esta es además la región donde se ha formado buena parte de los profesionales de la construcción. Su diáspora ha extendido su poca preocupación por el aislamiento a todo el país. Incluso a regiones con climas extremos.
No tenemos datos para confirmar lo último. Pero creemos que no se trata solo de factores económicos. La buena noticia es que esto está cambiando.
¿Cuál ha sido la consecuencia?
Para aquellos con dinero, gasto excesivo en calefacción o aire acondicionado.
Para los que no lo tienen, deterioro de su calidad de vida y de su salud.
Estas consecuencias también impactan regiones con climas amables ¿Quién no ha sufrido frío o calor en el interior de su hogar? A veces se llega al punto de que afuera hay mejor temperatura. Países donde aíslan sus hogares suelen disfrutar de mayor confort. Incluso con climas extremos.
O al absurdo de que hay lugares con buenas prácticas constructivas, las cuales tienen mejores condiciones incluso en climas extremos.
En lo personal, me entristece cada vez que veo poblaciones con buena tradición constructiva optar por las prácticas que aquí criticamos.
¿Y si prefiero pagar el aire acondicionado?
Hay una razón más por la cual conviene usar aislamiento. Para explicarla tengo que volver al submarino.
En nuestro ejemplo el agua (el calor) se filtraba por todos lados. Claro que podemos instalar una bomba para extraerla. La bomba es el aire acondicionado. Esto funciona. Con el debido costo logramos sacar el calor. Lo que no evitamos es que las paredes estén húmedas, es decir, que estén calientes. La temperatura del aire es fría, pero los muros están calientes. Este calor se irradia en forma de ondas reduciendo la sensación de confort.
Cuando nuestra casa funciona como una cisterna sucede algo similar. En este caso lo que tenemos son paredes frías. Seguro has sufrido esta sensación. El clima interior es bueno. Pero en cuanto te acercas a una pared o a una ventana sientes la incomodidad de la temperatura exterior.
Puedo darte una razón más para evitar la dependencia en los aires acondicionados. Esta es el cambio climático. Estos aparatos consumen cantidades excesivas de energía. En otras palabras, son muy contaminantes. En otro post te hablaré a fondo de esto. Por ahora es suficiente que los sepas.
¿Qué pasa con las ventanas y puertas?
La gráfica nos mostró que la capacidad aislante de la madera es buena. Alcanza uno de los niveles más altos entre los materiales de construcción comunes. El problema es que suele usarse en forma de láminas muy delgadas. Las hojas de vidrio también suelen ser muy delgadas. El resultado es que puertas y ventanas se convierten en los puntos con mayor filtración de calor. Para evitarlo, se utiliza doble acristalamiento. En el caso de las puertas, se rellenan con aislamiento.
¿Recuerdas que te iba a contar cómo detener la conducción del calor? La manera es interponiendo vacío. Sí, leíste bien. Pero hacer un muro de vacío es un poco complicado. Hay una alternativa que se le asemeja. Aunque, al final no impide el paso del calor. Esta es el aire. No suena lógico que este sea el mejor aislante. La razón es que el calor emplea la materia como medio por el que circula de un lado a otro. En el aire hay menos de ella. Sin embargo, hay una condición para que sea un buen aislante. Si no la cumplimos no nos sirve. Esta es que esté estático, es decir, que no se mueva. ¿Cómo logramos esto? Tenemos que contenerlo en espacios muy pequeños. Las ventanas de doble acristalamiento funcionan porque la distancia entre los cristales es muy reducida. Los materiales aislantes son básicamente aire contenido. Se componen de diminutos compartimentos con aire en su interior. Por eso son tan ligeros.
Antes de empezar a hablar sobre materiales aislantes, es importante terminar este tema. Es crucial que sepas que no tiene sentido aislar muros y losas si no haces lo mismo con puertas y ventanas. Recuerda que una casa es como una cisterna o un submarino. No debemos dejar un agujero por el que pueda entrar o salir agua.
¿Recuerdas nuestra historia sobre cómo surgieron los aislamientos? Es momento de contarte la última parte. Los muros se hicieron delgados y luego volvieron a crecer. A las ventanas les pasó algo parecido. Antes solo podían hacerse hojas de vidrio muy pequeñas. Ello impedía tener ventanas grandes. Excepto quizás los vitrales. El desarrollo tecnológico permitió aumentar el tamaño de las hojas de vidrio. Con ello, el de las ventanas acristaladas. El resultado fue que se aceleró el paso del calor a través de la fachada. La corrección fue la aparición de las ventanas de doble o incluso triple acristalamiento.
¿Cuáles son los materiales aislantes?
La lista es extensa, pero nombro algunos:
- Fibra de vidrio.
- Lana de roca o mineral.
- Vidrio celular.
- Poliestireno expandido.
- Poliestireno extruido.
- Poliuretano expandido.
- Poliisocianurato.
- Perlita expandida.
- Vermiculita.
Si no estás familiarizado con los materiales aislantes, es posible que estos nombres no te digan nada. En general podemos distinguirlos por su origen:
Los primeros tres son filamentos hechos de materiales pétreos. Todos los que empiezan con poli son sintéticos. Los últimos son minerales naturales.
También se distinguen por su formato. Algunos pueden ser placas rígidas. Otros parecen mantas. También están los que se instalan como espumas. Finalmente, algunos son fibras o bolitas sueltas.
¿Qué material aislante debo usar en mi casa?
La respuesta depende de varios factores.
Primero debes saber si quieres instalarlo dentro, fuera o en medio de la pared. Hay materiales que no funcionan expuestos a la intemperie. Hay otros que se tienen que contener.
Otro factor es su comportamiento frente al fuego.
Por último, el costo del material y de su instalación.
Es importante que revises todos estos factores para tu caso particular.
¿Cuánto aumenta el costo de un muro con el aislamiento?
Para darte una respuesta, repasamos el costo de algunos materiales y soluciones en México.
Al hacerlo nos enfocamos en la lana de roca, la fibra de vidrio y el poliestireno aplicados en el exterior de las paredes. Es decir, al sistema conocido como EIFS o ETICS por sus siglas en inglés (Exterior Insulation Finishing System o External Thermal Insulation Composite Systems).
El aislamiento también se instala en el interior, lo que puede reducir costos, pero nosotros lo preferimos en el exterior. Ello debido al menor riesgo de condensación dentro de la pared.
En cuanto al material del muro portante, revisamos el block, el tabique, la madera y la perfilería galvanizada.
Es importante tener en cuenta que los precios varían dependiendo de varios factores. Ejemplo de ello son el tipo del muro de sustento, el material aislante, el espesor y la densidad del último. Otro factor, como lo mencioné antes, es la posición de la capa de aislamiento en la pared. También hay variaciones con el lugar y sus condiciones. Además, los precios cambian dependiendo de cuándo se compran los materiales. En el caso del aislamiento de cubiertas, la proporción del costo del material aislante se reduce. Esto porque las losas suelen ser más caras que los muros.
Después de esta enorme introducción te doy la respuesta. El incremento oscila entre el 35% y el 300%. Lo sé, el rango es grande. Te doy un ejemplo. Un muro portante de tabique común, reforzado con concreto; con aislamiento de lana de roca de 38 mm, nos arrojó un incremento de alrededor del 200%. Es decir, el costo del muro se duplicó.
¿Te parece caro? En realidad, el gasto se equilibra con el paso del tiempo. Esto gracias al ahorro en aire acondicionado y calefacción. Además de las ganancias en calidad de vida y salud.
Factores a cuidar para su instalación.
Antes de terminar, te daré algunas recomendaciones.
Es importante que tu arquitecto o especialista solucionen correctamente el detalle del aislamiento. Hay empresas que te venden soluciones completas. Algunos de los problemas a prever son:
Filtraciones de agua alrededor de puertas, ventanas y juntas entre elementos.
Puentes térmicos, es decir, paso del calor por puntos donde no se le dio continuidad al aislamiento.
En el caso de aislamiento instalado en exterior; penetración de agua al interior del muro sin que se permita su salida.
También en el caso de aislamiento instalado en exterior; grietas en la capa de aislamiento por cambios en el material de substrato.
Al instalar el aislamiento en interiores; condensación dentro de los muros.
La calidad del trabajo durante la construcción.
A modo de conclusión.
El objetivo de este post es mostrarte la importancia de utilizar aislamiento. Cuando decidimos comprar cualquier bien, evaluamos sus costos y sus beneficios. Rara vez nos vamos por lo más barato si no satisface nuestras necesidades. Lo mismo ocurre con la casa. Los muros y cubiertas existen primordialmente para protegerte antes que como elementos de soporte. Cuando no aíslan del clima, no cumplen su función más esencial. Por lo tanto, no deberían ser tu opción al momento construir tu casa.