Casa de las Formas

Un hogar que juega con la geometría y la luz.

Casa de las Formas. Vista horizontal de la fachada principal. By Ethelett.
Construcción existente en el predio de Casa de las Formas.

Casa de las Formas es más que una vivienda. Es una exploración del espacio, la luz y la geometría. Está ubicada en un terreno con limitaciones significativas. El diseño responde a un desafío arquitectónico complejo. La tarea es integrar una nueva construcción de 143 m² con la remodelación de una casa existente de 135 m². Ambas deben convivir en armonía para diferentes generaciones de una misma familia. Con una visión centrada en la funcionalidad, la recuperación y el diseño estético, esta casa es un testimonio de cómo la arquitectura transforma las limitaciones en oportunidades.

Casa de las Formas. Vista de la fachada de la casa nueva. By Ethelett.

El proyecto se concibió bajo la premisa de que la arquitectura debe dialogar con su contexto. Debe responder inteligentemente a las necesidades de sus habitantes. Cada decisión en el diseño busca potenciar las cualidades del espacio. El objetivo es promover una conexión fluida entre las personas, la naturaleza, la luz y la vegetación. La vegetación, integrada de manera natural en el diseño, rompe la rigidez de la geometría. Humaniza el espacio y crea un diálogo con las formas. En cada rincón, las plantas no solo son elementos decorativos. Desempeñan un rol esencial. Complementan la arquitectura y agregan una capa de naturalidad que conecta el interior con el exterior.

Casa de las Formas. Vista de la escalera de la casa nueva. By Ethelett.

Una solución para dos generaciones.

Casa de las Formas responde a la necesidad de una nueva vivienda. También responde a la renovación de la casa preexistente. Logra que ambas coexistan de manera autónoma, pero conectadas estratégicamente. La remodelación mejoró la circulación y la calidad de vida. Destaca la sustitución de una escalera de caracol por una estructura más amplia y accesible. Así, se garantizó la convivencia de ambas casas sin comprometer su autonomía. Se mantuvo una conexión visual y espacial entre ellas.

Casa de las Formas. Vista del estar familiar remodelación. By Ethelett.

El diseño buscó que cada vivienda tuviera su propia identidad. También se pensó en la posibilidad de interacción entre ellas. Se crearon patios que, además de ser puntos de encuentro, favorecen el flujo de luz y vegetación. Estos patios ofrecen un espacio de unión sin perder la independencia de cada unidad.

Casa de las Formas. Vista del patio trasero. By Ethelett.

Transformación con identidad.

Cada ajuste en el diseño respondió a la necesidad de mejorar la conexión entre los espacios. Se aseguraba independencia sin perder continuidad arquitectónica.

Casa de las Formas. Vista del acceso a la casa nueva. By Ethelett.

Desde el inicio, el diseño se desarrolló en conjunto con los clientes. Se integraron sus gustos y aspiraciones en cada decisión arquitectónica. Más que cumplir con sus necesidades funcionales, el resultado debía convertirse en su hogar. Este espacio debía tener identidad. Cada elección arquitectónica reflejaba su estilo de vida y su forma de habitar.

Casa de las Formas. Vista del estudio del tercer nivel casa nueva. By Ethelett.

Superando los límites del espacio.

El desafío más importante fue diseñar una casa nueva con espacios amplios y bien iluminados. Esto se hizo dentro de un terreno con estrictas limitaciones urbanas. La normativa permitía construir hasta un 60% del predio. De este porcentaje, un 35% ya estaba edificado antes de la intervención.

Casa de las Formas. Vista del comedor remodelación. By Ethelett.

Para superar estas restricciones, se aprovechó cada metro cuadrado inteligentemente. Se utilizaron soluciones creativas como la optimización de alturas, la integración de patios y terrazas. También se incorporaron elementos lúdicos en dobles y triples alturas, como redes suspendidas. Estas redes generan áreas flexibles para descanso o juego.

Casa de las Formas. Vista del patio trasero. By Ethelett.

El diseño no solo aprovechó al máximo el espacio disponible. También lo transformó, creando una experiencia visualmente amplia gracias a la ubicación estratégica de las ventanas. Estas ventanas permiten una abundante entrada de luz natural. Además, generan un dinámico juego de sombras en los interiores.

Casa de las Formas. Vista de la fachada. By Ethelett.

Una paleta mínima de materiales asegura que el juego de luz y sombras sea el verdadero protagonista. Esto permite que los detalles arquitectónicos se descubran sutilmente. Mientras la luz natural varía a lo largo del día, genera atmósferas cambiantes y una experiencia única en cada rincón.

Casa de las Formas. Vista del comedor casa nueva. By Ethelett.

La forma como integrador estético.

Para unificar los volúmenes de la casa, se utilizó el recurso de las curvas en la fachada. En lugar de una composición de cubos separados, se creó un flujo continuo de superficies. Este flujo suaviza la geometría y aporta una sensación acogedora. Este lenguaje estético se trasladó también a la casa remodelada. Se aseguró coherencia visual entre ambas construcciones. Las formas curvas no solo aportan un carácter distintivo. También generan una relación orgánica con el entorno. Al entrar en contacto con la luz, crean transiciones suaves sobre las superficies, enfatizando su fluidez y profundidad.

Casa de las Formas. Vista del pasillo de planta alta remodelación. By Ethelett.

En Ethelett, creemos en crear espacios que se sientan frescos hoy, mañana y siempre. Diseños que no pasan desapercibidos, pero tampoco cansan. Con una estética atemporal pensada para acompañarte, sin importar las tendencias. El lujo no está en lo extravagante. Está en los detalles bien hechos. En la sencillez de un espacio cálido que invita a la tranquilidad y al disfrute. Las formas, en su suavidad y simplicidad, trascienden el momento presente. Ofrecen un diseño que perdura sin perder su frescura.

Casa de las Formas. Vista de la fachada casa nueva desde el patio trasero. By Ethelett.

Las transiciones entre los espacios fueron diseñadas de manera fluida. Se evitó las interrupciones abruptas. Esto contribuye a la experiencia de recorrido. Los habitantes descubren el espacio a medida que avanzan dentro de la casa. Se trata de una arquitectura que no se revela por completo de inmediato. Invita a ser explorada, creando una relación más íntima y sensorial con el espacio.

Casa de las Formas. Vista de la recámara en casa nueva. By Ethelett.

Espacios que se transforman.

La distribución de la casa está pensada para responder a las necesidades de sus habitantes. Estas necesidades cambian en distintos momentos del día y de la vida. La planta baja es abierta y fluida. Integra los espacios de la sala, el comedor, el atrio de triple altura y la cocina. Esto crea un ambiente continuo donde la luz natural se distribuye a lo largo del día. Genera una atmósfera cálida y acogedora. Un pequeño medio baño se encuentra discretamente ubicado al lado del acceso. No interrumpe la apertura del resto de los espacios.

Casa de las Formas. Vista de la fachada. By Ethelett.

En el segundo nivel, las recámaras se conectan por un puente que atraviesa el atrio. Este puente ofrece vistas cruzadas entre los distintos ambientes. El tercer nivel alberga una serie de áreas funcionales. Estas son un taller de arte, una oficina de trabajo, una alcoba y un área de estar para cine y videojuegos. Estas áreas son diversas en su función. Sin embargo, se integran sin barreras dentro de un solo espacio. Permiten una flexibilidad total para adaptarse a las diferentes necesidades a lo largo del tiempo.

Casa de las Formas. Vista del estudio del tercer nivel  en casa nueva. By Ethelett.

Finalmente, la azotea habitable se convierte en un refugio de descanso y convivencia. Los habitantes pueden disfrutar de un ambiente tranquilo en contacto directo con la naturaleza. Esta fluidez y adaptación constante de los espacios garantizan que la casa evolucione junto con las necesidades de sus habitantes.

Casa de las Formas. Vista hacia la cocina remodelación. By Ethelett.

Estudio en casa.

Dado el contexto post-pandemia, el trabajo a distancia se ha convertido en una necesidad. Casa de las Formas responde a esta demanda con un espacio específico para el trabajo en casa.

Casa de las Formas. Vista hacia la cocina de la casa nueva desde el patio trasero. By Ethelett.

¿Cómo debería ser un espacio para trabajar en casa? No como una oficina convencional. Nadie quiere sentir que tiene un pedacito de un edificio de oficinas en casa. Tampoco debe ser un rincón de descanso, porque la comodidad extrema no siempre ayuda a concentrarse.

Casa de las Formas. Vista de la fachada. By Ethelett.

En Casa de las Formas pensamos en un equilibrio. Buscamos un lugar que motive sin distraer. Vegetación y madera para conectar con la naturaleza. Detalles lúdicos que despierten la creatividad. Luz natural que mantenga activos. Una paleta de colores tranquila que evite el ruido visual… y un poco de arte, porque siempre inspira.

Un espacio de trabajo en casa no tiene que ser rígido ni aburrido. Puede ser un lugar en el que realmente disfrutes estar.

Casa de las Formas. Vista de la cocina casa nueva. By Ethelett.

La vegetación como integradora.

En Casa de las Formas, la vegetación no es un simple elemento decorativo. Es una parte esencial que conecta la geometría de los volúmenes con la naturaleza circundante. Su presencia suaviza las formas arquitectónicas, transformando la rigidez de la geometría en una atmósfera más orgánica y humana.

Casa de las Formas. Vista del estar remodelación. By Ethelett.

La vegetación se despliega de manera estratégica: desde las macetas integradas en la fachada. También se encuentran plantas suspendidas en los huertos de las azoteas. Más allá de su función estética, las plantas complementan los materiales y objetos. Establecen una conexión profunda con el entorno natural.

Casa de las Formas. Vista de la fachada de la casa nueva desde el patio trasero. By Ethelett.

Este vínculo no se limita a lo visual, sino que se extiende a todos los sentidos. Se crea un espacio donde no solo las personas se sienten en casa. También lo hacen las plantas, los animales y la vida misma.

Un claro ejemplo de esta integración son las enredaderas. Nacen de las macetas en los muros barandal, llenando la triple altura del atrio con su crecimiento. Establecen una conexión continua entre el interior y el exterior. Generan una atmósfera vibrante y cambiante durante todo el día.

Casa de las Formas. Vista de la red del atrio en el tercer nivel casa nueva. By Ethelett.

La luz como material de diseño.

Uno de los elementos más destacados del proyecto es el atrio a triple altura. Este atrio está bañado de luz natural a través de una cubierta de vidrio. Este espacio no solo ilumina el interior, sino que también genera un vínculo entre los distintos niveles de la casa. Aporta sensaciones de amplitud y conectividad.

Casa de las Formas. Vista desde la azotea remodelación. By Ethelett.

Las ventanas y aberturas están diseñadas para optimizar la entrada de luz natural. Esto reduce la necesidad de iluminación artificial durante el día. En este proyecto, la luz no solo ilumina, sino que construye.

La disposición de los vanos permite una iluminación natural que varía a lo largo del día. Genera atmósferas distintas en cada espacio. De esta manera, el diseño aprovecha la luz como un material más. Logra que cada rincón de la casa cobre vida con atmósferas cambiantes y sensaciones únicas.

Casa de las Formas. Vista de recámara casa nueva. By Ethelett.

La escalera como escultura.

Siguiendo la filosofía de Ethelett, la escalera no es solo un elemento funcional. Es una pieza escultórica que define el carácter del espacio interior.

En ambas casas, las escaleras se diseñaron para ser un punto focal. Se utilizaron trazos geométricos que aportan dinamismo a los espacios. Estos trazos se integran armónicamente con el lenguaje arquitectónico del proyecto.

Casa de las Formas. Vista desde el comedor casa nueva. By Ethelett.

La materialidad como testigo del pasado y elemento de transición.

En la remodelación de Casa de las Formas, se buscó preservar la esencia de la construcción original. Se permitió que su materialidad se mostrara de manera honesta. Se optó por mantener la naturaleza cruda de los materiales, honrando la historia de lo que existió. Esto estableció una conexión tangible con el pasado.

Casa de las Formas. Recámara en remodelación. By Ethelett.

Los muros de albañilería, cubiertos de estuco, son una de las principales manifestaciones de esta intención. Tanto en la remodelación como en la nueva construcción, unifican el proyecto y crean una continuidad material.

Para ambas casas, se introdujeron elementos puntuales de madera, como muebles fijos. Estos aportan calidez y naturalidad. El uso de tonos neutros en los pisos de microcemento se complementa con detalles suaves. Los tapetes dan un toque amable al ambiente.

Casa de las Formas. Vista en el estudio del tercer nivel de la casa nueva. By Ethelett.

En la nueva casa, se incorporó el color como una expresión artística mediante cuadros y muebles pintados. Estos contrastan y resaltan contra la neutralidad de los muros, aportando dinamismo y vida. Sin embargo, no rompen la armonía general.

En la fachada de ambas viviendas, se incorporaron muros de cantera. Estos no solo enriquecen la paleta material, sino que refuerzan la intención geométrica del diseño. Funcionan como zócalos o remates de muros.

Casa de las Formas. Vista en recámara remodelación. By Ethelett.

Esta elección de materiales cumple una función práctica, ya que la cantera ayuda a proteger los muros de la lluvia. En el acceso vehicular, se dejaron los pisos grises pétreos. Mantienen una textura robusta y resistente.

Finalmente, los elementos metálicos se pintaron en un tono verde neutro. Fusionan funcionalidad y estética sin restar protagonismo al conjunto.

Casa de las Formas. Vista desde el estar casa nueva. By Ethelett.

La casa como experiencia.

Casa de las Formas es un ejemplo de cómo la arquitectura puede ir más allá de lo funcional. Se convierte en una experiencia de vida. Es un lugar donde cada rincón despierta la curiosidad. La simplicidad de las formas invita a la exploración. El diseño responde a la vida cotidiana con inteligencia y sensibilidad.

Esta casa es un reflejo de cómo la arquitectura puede generar bienestar. Conecta el espacio con sus habitantes de manera genuina y significativa.

Casa de las Formas. Vista de baño en casa nueva. By Ethelett.
Casa de las Formas. Vista del puente en segundo nivel en casa nueva. By Ethelett.
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